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Las convulsiones frecuentes que sufría desde los tres meses ahora son raras; la niña sufre de una forma grave de epilepsia llamada síndrome de Dravet.
Una niña británica de seis años que sufría miles de convulsiones cada semana está por fin recuperándose después de que sus padres iniciaran un controvertido tratamiento con cannabis medicinal. Los médicos dijeron a Paige y Matt Figi que su hija Charlotte no tendrá mucho tiempo de vida, después de ser diagnosticada con una condición rara de epilepsia. Tras años investigando una forma de curar la enfermedad, comenzaron a alimentarla con dosis controladas de cannabis sativa - parte de un procedimiento que aún no cuenta con amplia aceptación médica. Las informaciones son del diario británico Daily Mail.
Los padres cuentan que pocos meses después de dar inicio al tratamiento, Charlotte comenzó a caminar y hablar por primera vez, y sus convulsiones prácticamente pararon. "Probamos todo lo posible y los médicos seguían diciendo que se iba a morir. Cuando Matt me habló del tratamiento, quedé horrorizada, pero estábamos tan desesperados que decidimos probarlo", informó la madre de la niña.
Riesgo de muerte
Charlotte, hoy con seis años, tuvo sus primeras convulsiones a los tres meses. Una semana después comenzó a tener crisis varias veces al día. Ella fue diagnosticada con síndrome de Dravet - o epilepsia mioclónica severa de la infancia -, una forma rara de epilepsia que comienza en los primeros meses de vida. Los niños con esa condición suelen desarrollarse con normalidad durante los primeros meses de vida, pero a los 2 años su crecimiento empieza a frenarse. Esos pacientes registran una mayor incidencia de muerte súbita inesperada por la epilepsia.
Aún no hay cura para este síndrome y las opciones de tratamiento son limitadas; suelen incluir principalmente el uso de antiepilépticos para combatir las convulsiones. El tratamiento con cannabis medicinal aprovecha el aceite extraído de la hoja de marihuana que es diluido y administrado en dosis precisas. Este procedimiento no está totalmente aprobado, aunque recibe apoyo de algunas entidades - especialmente de familias de pacientes con epilepsia, esclerosis múltiple y mal de Parkinson.
Una niña británica de seis años que sufría miles de convulsiones cada semana está por fin recuperándose después de que sus padres iniciaran un controvertido tratamiento con cannabis medicinal. Los médicos dijeron a Paige y Matt Figi que su hija Charlotte no tendrá mucho tiempo de vida, después de ser diagnosticada con una condición rara de epilepsia. Tras años investigando una forma de curar la enfermedad, comenzaron a alimentarla con dosis controladas de cannabis sativa - parte de un procedimiento que aún no cuenta con amplia aceptación médica. Las informaciones son del diario británico Daily Mail.
Los padres cuentan que pocos meses después de dar inicio al tratamiento, Charlotte comenzó a caminar y hablar por primera vez, y sus convulsiones prácticamente pararon. "Probamos todo lo posible y los médicos seguían diciendo que se iba a morir. Cuando Matt me habló del tratamiento, quedé horrorizada, pero estábamos tan desesperados que decidimos probarlo", informó la madre de la niña.
Riesgo de muerte
Charlotte, hoy con seis años, tuvo sus primeras convulsiones a los tres meses. Una semana después comenzó a tener crisis varias veces al día. Ella fue diagnosticada con síndrome de Dravet - o epilepsia mioclónica severa de la infancia -, una forma rara de epilepsia que comienza en los primeros meses de vida. Los niños con esa condición suelen desarrollarse con normalidad durante los primeros meses de vida, pero a los 2 años su crecimiento empieza a frenarse. Esos pacientes registran una mayor incidencia de muerte súbita inesperada por la epilepsia.
Aún no hay cura para este síndrome y las opciones de tratamiento son limitadas; suelen incluir principalmente el uso de antiepilépticos para combatir las convulsiones. El tratamiento con cannabis medicinal aprovecha el aceite extraído de la hoja de marihuana que es diluido y administrado en dosis precisas. Este procedimiento no está totalmente aprobado, aunque recibe apoyo de algunas entidades - especialmente de familias de pacientes con epilepsia, esclerosis múltiple y mal de Parkinson.