La medicina tradicional describe perfectamente los dos efectos más importantes del cannabis sobre la salud: su valor analgésico y su utilidad como antiinflamatorio. En principio, el primero, provocado principalmente por el THC, se da en mayores proporciones, aunque esto depende del tipo de marihuana que se consuma.
Las hierbas más ricas en CBN suelen tener un mar efecto antiinflamatorio (y por eso broncodilatador).
El efecto analgésico se explica, según recientes investigaciones, el THC actúa en las mismas regiones del cerebro en la que se detecta actividad al consumir cualquier opiáceo, claro que sin las graves contraindicaciones de éstos últimos, tales como la adicción que genera. El efecto antiinflamatorio se produce porque el cannabis, como buen vasodilatador, favorece la circulación sanguínea y relaja los músculos.Además de estos dos efectos señalados, hay otros más difíciles de medir pero que también contribuyen al bienestar del paciente (bienestar general, predisposición para el descanso, etc.).
Normalmente el cannabis y el THC son bien tolerados, no se conoce ninguna muerte atribuida a su consumo. La dosis letal media en ratas es de 800 a 1.900 mg. (dependiendo de la raza) por kilo de peso por vía oral y no se han registrado casos de muerte en estudios hecho sobre monos tras administrar dosis de hasta 9.000 mg. por kg. por vía oral.
Todos los posibles efectos secundarios son dosis dependiente. Cuando se usa de forma terapéutica, debe comenzarse con dosis bajas e ir incrementándolas lentamente hasta determinarse la dosis individual sin que aparezcan estos efectos indeseados.
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