Cientos de artículos se han escrito sobre la marihuana medicinal REDACCIÓN
Desde siempre hemos oído que tanto el alcohol como las drogas destruían células nerviosas. Incluso si miramos la marihuana desde la perspectiva de la medicina, la asociamos a lo paliativo y relajante, pero no a una medicina que regenera activamente nuestras neuronas.
El doctor Zhang de la Universidad de Saskatchewan de Canadá afirma que los cannabinoides ?son capaces de controlar o disminuir dolores, nauseas, vómitos, epilepsia, accidentes cerebrovasculares isquémicos, trauma cerebral, esclerosis múltiple, tumores y otros trastornos tanto en seres humanos cómo en animales?. La clave está en el verbo ?disminuir?, porque pasa de una atenuación de síntomas a una cura activa. Cientos de artículos se han escrito sobre los poderes de la marihuana medicinal, algunos más serios que otros, pero mucha gente lo considera una pretendida parte formal de un conjunto más lúdico. Sin embargo, el uso del cannabis realmente representa una esperanza para muchos enfermos que han agotado (o ven insuficiente) la vía de la medicina tradicional. Estudios como éste demuestran que la neurogénesis (formación de células) aumenta en un 40% en el hipocampo tras proporcionar a ratones cannabis durante diez días. Además, la investigación concluye que el cannabis también tiene propiedades ansiolíticas y antidepresivas.
En un mundo en el que el consumo de medicamentos contra la ansiedad, el insomnio o la depresión está disparado, la marihuana aparece como una alternativa al margen del mercado farmacéutico y ¿al alcance de todos? Si no tenemos la capacidad de cultivar nuestra propia marihuana (algo legal si es para consumo propio), tendremos que buscar esta sustancia en la calle, en el mercado ilegal, algo poco deseable sobre todo si nos encontramos en una situación de especial vulnerabilidad. No es lo mismo comprar para darse una fiesta que para paliar los efectos de la quimioterapia. La polémica está servida, pero artículos como este hacen que los defensores de la legalización puedan esgrimir teorías más firmes y se alejen cada vez más del estereotipo de fumar por mera diversión.