Doble moral, política y dinero
Joan Manuel Riera Casany | 27/04/2009 - 09:20 horas | Voluntario social
Es del todo incomprensible la polémica levantada en relación a la autorización del uso de cannabis terapéutico entre defensores y detractores cuando desde hace ya años se usa la morfina y la ketamina, drogas mucho mas fuertes que el cannabis, en usos terapéuticos y nadie se rasga las vestiduras. Es un hecho evidente que la actual política de prohibición no ha logrado detener ni el consumo ni el narcotráfico. Con el cannabis se crea un alarmismo injustificado manipulando las informaciones y publicando las que interesan para infundir miedo a la sociedad. Una política basada en el miedo está condenada al fracaso.
Es urgente ir otra política basada en la información veraz y fiable como medida preventiva para evitar al máximo el consumo, que acepte la convivencia con las drogas y la existencia de un consumo moderado y responsable y se preocupe de poner en marcha programas de "Disminución riesgos", "Reducción De Daños", crear salas de venopunción e higiene, hogares de acogida, dormitorios y comedores para los más desfavorecidos, comunidades y pisos terapéuticos, todo ello para proteger y ayudar a los que han caído en la dependencia.
Lo que es evidente e innegable es que se manipula la información para lograr una posición a favor o en contra sin importar que en lugar de informar se esté desinformando a la sociedad, y un ejemplo de ello son las siguientes noticias que van a favor del cannabis y sin embargo no se acostumbran a publicar:
Entre las patologías mentales derivadas del consumo de cannabis, se baraja la posibilidad de que pueda producir esquizofrenia, aunque "su relación apenas está definida", ha explicado Josep Solé Puig, coordinador de la Unidad de Patología Dual del Centro Asistencial de Salud Mental Benito Menni, en Barcelona.
Estudios confirman que un derivado del cannabis protege las neuronas. Según un artículo de la prestigiosa publicación médica Lancet (vol. 348, p. 1436), un derivado del cannabis es el primer agente neuroprotector apto para uso en humanos. Un grupo de investigadores de Pharmos, un laboratorio farmacéutico de Iselin, Nueva Jersey, está obteniendo resultados alentadores con la versión sintético inyectable del principio activo de la cannabis. Mientras que los gigantes de este sector, como Pfizer y Bayer han fracaso en sus intentos por desarrollar tratamientos de emergencia para los traumatismos cefálicos, los científicos de Pharmos afirman que su tratamiento va a ser el primero en tener éxito. Los autores de un estudio publicado en el último número de The Lancet concluyen que se necesitan más evidencias para determinar la naturaleza y extensión de la relación que hay entre el consumo de cannabis y sus efectos psicosociales negativos.
La Marihuana no daña permanentemente el cerebro. Los investigadores analizan estudios previos que no han hallado ninguna evidencia de que el fumar marihuana dañe permanentemente el cerebro, informó la agencia de noticias Reuters. El cannabis no provoca dependencia física no presentando sus usuarios, al interrumpir su uso, ningún tipo de síndrome de abstinencia aun cuando se haya consumido habitualmente. La marihuana se clasifica entre las sustancias con menor potencial de crear dependencia, por debajo incluso que la cafeína.
El primer lugar lo ocupa la nicotina, que supera en ello a la heroína, la cocaína o el alcohol, el cannabis muy por debajo. En Holanda, gracias a la política de separación de mercados entre drogas duras y blandas propiciada por la legalización de facto del cannabis, la proporción de consumidores de drogas duras respecto a la población es inferior a la media europea y uno de los más bajos de Europa. El número de drogodependientes en Holanda es del 1,4 por mil. En España, estamos en el 3 por mil. Estos datos, ignorados sistemáticamente por las autoridades antidroga, demuestran, más allá de cualquier especulación teórica, lo absurdo de la llamada 'hipótesis de la escalada', según la cual el consumo de cannabis lleva al consumo de drogas más duras y peligrosas.
A partir de estas informaciones y obviando las que van en contra se podría orquestar una campaña a favor del cannabis que tampoco seria ni la real ni la justa. Ya dice el doctor Dr. Fernando Navarrete en una entrevista: Cualquier conclusión que no refleje el estudio será solo un titular periodístico propagandístico. Ocurre muchas veces, y no solo hablado negativamente de la marihuana, sino en sentido contrario (como el estudio que afirma que aumenta la inteligencia, o el jamaicano que concluía diciendo que las madres consumidoras tenían niños más sanos, 8sin decir que allí las madres consumidoras suelen tener nivel de vida, y por tanto alimentación y cuidados más alto). La lectura (es decir ir más allá del titular) de un estudio científico es todo una ciencia, pueden haber muchos intereses ocultos. Queda claro que se omite información dando la que interesa para crear una falsa concepción de lo que es el cannabis sin importar que se vaya en contra de su uso terapéutico para aliviar el dolor de muchos enfermos, para darles un poco más de calidad de vida, ya bastante mermada por su enfermedad, lo cual parece una posición bastante inhumana.
El cannabis tiene una dependencia física y psíquica débil, poder adictivo 21 (escala de 0 a 100) que comparada con el alcohol 81 y el tabaco 100 da una idea real de su poder de adicción muy por debajo del alcohol y el tabaco (fuente: John Hastings, In Health, Nov / Dic 1990). En cuanto a su peligrosidad, según un estudio encargado por el gobierno inglés, ocupa el doceavo lugar 1'40 (escala de 0 a 3), alcohol 1'85 (puesto 5) y tabaco 1'65 (puesto 9). La peligrosidad social del cannabis es débil, el alcohol fuerte y el tabaco nula. Estos datos hacen patente la desproporcionada relación que existe en las campañas de satanización del cannabis enfrente a la permisividad del uso del tabaco y el alcohol. No pretendo afirmar que el consumo de marihuana es inocuo, pero si que sus efectos negativos no deseados, que también tienen la mayoría de específicos legales, no son peores que los del tabaco y el alcohol, sino que son sensiblemente inferiores, y gracias a estas campañas de imposición de miedo hacia el cannabis, la percepción de la ciudadanía es que el cannabis es mucho mas peligroso que el alcohol o el tabaco.
La sociedad en la que nos ha tocado vivir es, desgraciadamente, una sociedad demasiado acostumbrada a utilizar una doble moral, doble moral que tiene una clara aplicación en la separación de las drogas en legales e ilegales a pesar de la peligrosidad demostrada del alcohol y el tabaco. En el reglamento de tráfico también la aplican, se hacen controles de alcoholemia y consumo de drogas pero no con los fármacos, con ellos no hacen nada a pesar de que muchos de ellos prohíben o recomiendan no conducir. El que conduce bajo los efectos de una medicina, que le disminuyen los reflejos y/o le producen somnolencia, provocando un accidente con resultados mortales no tiene ninguna responsabilidad sobre su estado en el momento de conducir porque se ha drogado con productos farmacéuticos legales, podríamos decir que ha matado legalmente, será culpable o inocente en función de la aplicación del reglamento de tráfico pero no en cuanto al estado en el que estaba conduciendo. Claro esta que los productos farmacéuticos son legales y las multinacionales que los producen inmensamente poderosas e influyentes.
En España no se, pero en Estado Unidos siete millones de personas se drogan con productos farmacéuticos, el doble de las que se drogan con drogas ilegales. El problema resulta ser el doble de importante que el de las drogas ilegales pero al gobierno le preocupan mucho menos. ¿Es que drogarse con productos farmacéuticos no es nocivo porque son productos legales? ¿O es que las ganancias de las multinacionales son más importantes que la Salud Pública? Sigue imperando la aplicación de la doble moral, pero lo que es más nefasto es que los motivos de la aplicación de la doble moral son solamente motivos políticos y económicos, la política y el dinero están por encima de la verdad, triste ¿no?
Ya es hora de acabar con el ejercicio de la doble moral, la hipocresía de la información sesgada y de empezar a informar a la sociedad sin usar medias verdades, usando una comunicación ecuánime y objetiva, que sirva realmente para reducir el consumo, que cuando exista sea responsable y acabar con el narcotráfico.
http://www.lavanguardia.es/lv24h/200...690893619.html
Joan Manuel Riera Casany | 27/04/2009 - 09:20 horas | Voluntario social
Es del todo incomprensible la polémica levantada en relación a la autorización del uso de cannabis terapéutico entre defensores y detractores cuando desde hace ya años se usa la morfina y la ketamina, drogas mucho mas fuertes que el cannabis, en usos terapéuticos y nadie se rasga las vestiduras. Es un hecho evidente que la actual política de prohibición no ha logrado detener ni el consumo ni el narcotráfico. Con el cannabis se crea un alarmismo injustificado manipulando las informaciones y publicando las que interesan para infundir miedo a la sociedad. Una política basada en el miedo está condenada al fracaso.
Es urgente ir otra política basada en la información veraz y fiable como medida preventiva para evitar al máximo el consumo, que acepte la convivencia con las drogas y la existencia de un consumo moderado y responsable y se preocupe de poner en marcha programas de "Disminución riesgos", "Reducción De Daños", crear salas de venopunción e higiene, hogares de acogida, dormitorios y comedores para los más desfavorecidos, comunidades y pisos terapéuticos, todo ello para proteger y ayudar a los que han caído en la dependencia.
Lo que es evidente e innegable es que se manipula la información para lograr una posición a favor o en contra sin importar que en lugar de informar se esté desinformando a la sociedad, y un ejemplo de ello son las siguientes noticias que van a favor del cannabis y sin embargo no se acostumbran a publicar:
Entre las patologías mentales derivadas del consumo de cannabis, se baraja la posibilidad de que pueda producir esquizofrenia, aunque "su relación apenas está definida", ha explicado Josep Solé Puig, coordinador de la Unidad de Patología Dual del Centro Asistencial de Salud Mental Benito Menni, en Barcelona.
Estudios confirman que un derivado del cannabis protege las neuronas. Según un artículo de la prestigiosa publicación médica Lancet (vol. 348, p. 1436), un derivado del cannabis es el primer agente neuroprotector apto para uso en humanos. Un grupo de investigadores de Pharmos, un laboratorio farmacéutico de Iselin, Nueva Jersey, está obteniendo resultados alentadores con la versión sintético inyectable del principio activo de la cannabis. Mientras que los gigantes de este sector, como Pfizer y Bayer han fracaso en sus intentos por desarrollar tratamientos de emergencia para los traumatismos cefálicos, los científicos de Pharmos afirman que su tratamiento va a ser el primero en tener éxito. Los autores de un estudio publicado en el último número de The Lancet concluyen que se necesitan más evidencias para determinar la naturaleza y extensión de la relación que hay entre el consumo de cannabis y sus efectos psicosociales negativos.
La Marihuana no daña permanentemente el cerebro. Los investigadores analizan estudios previos que no han hallado ninguna evidencia de que el fumar marihuana dañe permanentemente el cerebro, informó la agencia de noticias Reuters. El cannabis no provoca dependencia física no presentando sus usuarios, al interrumpir su uso, ningún tipo de síndrome de abstinencia aun cuando se haya consumido habitualmente. La marihuana se clasifica entre las sustancias con menor potencial de crear dependencia, por debajo incluso que la cafeína.
El primer lugar lo ocupa la nicotina, que supera en ello a la heroína, la cocaína o el alcohol, el cannabis muy por debajo. En Holanda, gracias a la política de separación de mercados entre drogas duras y blandas propiciada por la legalización de facto del cannabis, la proporción de consumidores de drogas duras respecto a la población es inferior a la media europea y uno de los más bajos de Europa. El número de drogodependientes en Holanda es del 1,4 por mil. En España, estamos en el 3 por mil. Estos datos, ignorados sistemáticamente por las autoridades antidroga, demuestran, más allá de cualquier especulación teórica, lo absurdo de la llamada 'hipótesis de la escalada', según la cual el consumo de cannabis lleva al consumo de drogas más duras y peligrosas.
A partir de estas informaciones y obviando las que van en contra se podría orquestar una campaña a favor del cannabis que tampoco seria ni la real ni la justa. Ya dice el doctor Dr. Fernando Navarrete en una entrevista: Cualquier conclusión que no refleje el estudio será solo un titular periodístico propagandístico. Ocurre muchas veces, y no solo hablado negativamente de la marihuana, sino en sentido contrario (como el estudio que afirma que aumenta la inteligencia, o el jamaicano que concluía diciendo que las madres consumidoras tenían niños más sanos, 8sin decir que allí las madres consumidoras suelen tener nivel de vida, y por tanto alimentación y cuidados más alto). La lectura (es decir ir más allá del titular) de un estudio científico es todo una ciencia, pueden haber muchos intereses ocultos. Queda claro que se omite información dando la que interesa para crear una falsa concepción de lo que es el cannabis sin importar que se vaya en contra de su uso terapéutico para aliviar el dolor de muchos enfermos, para darles un poco más de calidad de vida, ya bastante mermada por su enfermedad, lo cual parece una posición bastante inhumana.
El cannabis tiene una dependencia física y psíquica débil, poder adictivo 21 (escala de 0 a 100) que comparada con el alcohol 81 y el tabaco 100 da una idea real de su poder de adicción muy por debajo del alcohol y el tabaco (fuente: John Hastings, In Health, Nov / Dic 1990). En cuanto a su peligrosidad, según un estudio encargado por el gobierno inglés, ocupa el doceavo lugar 1'40 (escala de 0 a 3), alcohol 1'85 (puesto 5) y tabaco 1'65 (puesto 9). La peligrosidad social del cannabis es débil, el alcohol fuerte y el tabaco nula. Estos datos hacen patente la desproporcionada relación que existe en las campañas de satanización del cannabis enfrente a la permisividad del uso del tabaco y el alcohol. No pretendo afirmar que el consumo de marihuana es inocuo, pero si que sus efectos negativos no deseados, que también tienen la mayoría de específicos legales, no son peores que los del tabaco y el alcohol, sino que son sensiblemente inferiores, y gracias a estas campañas de imposición de miedo hacia el cannabis, la percepción de la ciudadanía es que el cannabis es mucho mas peligroso que el alcohol o el tabaco.
La sociedad en la que nos ha tocado vivir es, desgraciadamente, una sociedad demasiado acostumbrada a utilizar una doble moral, doble moral que tiene una clara aplicación en la separación de las drogas en legales e ilegales a pesar de la peligrosidad demostrada del alcohol y el tabaco. En el reglamento de tráfico también la aplican, se hacen controles de alcoholemia y consumo de drogas pero no con los fármacos, con ellos no hacen nada a pesar de que muchos de ellos prohíben o recomiendan no conducir. El que conduce bajo los efectos de una medicina, que le disminuyen los reflejos y/o le producen somnolencia, provocando un accidente con resultados mortales no tiene ninguna responsabilidad sobre su estado en el momento de conducir porque se ha drogado con productos farmacéuticos legales, podríamos decir que ha matado legalmente, será culpable o inocente en función de la aplicación del reglamento de tráfico pero no en cuanto al estado en el que estaba conduciendo. Claro esta que los productos farmacéuticos son legales y las multinacionales que los producen inmensamente poderosas e influyentes.
En España no se, pero en Estado Unidos siete millones de personas se drogan con productos farmacéuticos, el doble de las que se drogan con drogas ilegales. El problema resulta ser el doble de importante que el de las drogas ilegales pero al gobierno le preocupan mucho menos. ¿Es que drogarse con productos farmacéuticos no es nocivo porque son productos legales? ¿O es que las ganancias de las multinacionales son más importantes que la Salud Pública? Sigue imperando la aplicación de la doble moral, pero lo que es más nefasto es que los motivos de la aplicación de la doble moral son solamente motivos políticos y económicos, la política y el dinero están por encima de la verdad, triste ¿no?
Ya es hora de acabar con el ejercicio de la doble moral, la hipocresía de la información sesgada y de empezar a informar a la sociedad sin usar medias verdades, usando una comunicación ecuánime y objetiva, que sirva realmente para reducir el consumo, que cuando exista sea responsable y acabar con el narcotráfico.
http://www.lavanguardia.es/lv24h/200...690893619.html
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