Esto lo copio y lo pego de la reista soft secret N2 del año 2005http://www.softsecrets.nl/past_es.php
Intentare ir completando todo esto.
TIPOS DE TIERRA Y ACONDICIONANTE
En primer lugar hay que determinar el tipo de suelo y su Ph, si es arcilloso, calizo o arenoso, si tiene buen o mal drenaje, cuán rico es en materia orgánica etc.
A las tierras demasiado ácidas hay que hacer un encalado o aporte de una enmienda caliza, por ejemplo el lithothamnium calcareum o litothamne además de calcio aporta magnesio y
oligoelementos. También se pueden usar margas, caliza triturada, cretas fosfatadas o dolomita cálcica. Las cenizas de madera aportan potasio pero se han de usar con precaución pues son muy ácidas. Casi todas las tierras mejoran su estructura y contenido en materia
orgánica con estiércol, compost o humus de lombriz. Se puede añadir guano de murciélago de liberación lenta que aportará fósforo y potasio a la planta en la floración. También es posible utilizar mezclas tipo pre mix, diseñadas para acondicionar el suelo donde se cultivará cannabis.
Para facilitar el drenaje se puede usar perlita. Si se quiere mejorar la estructura y la retención de agua una opción es la fibra de coco. El formato de coco prensado es muy cómodo de transportar, antes de usarlo hay que remojarlo para que recupere su volumen habitual. En zonas de mucha sequía y dificultad de abastecimiento de agua añadir un puñado de polímeros mejora la retención de humedad, también se pueden poner plásticos y tablas en el fondo del agujero.
PREPARADO DEL TERRENO
Un sistema estupendo para el cultivo de cannabis es el del bancal profundo, muy difundido por John Seymour; se basa en cavar en profundidad y no pisar nunca el terreno acondicionado, de esta forma las perezosas raíces del cannabis penetran en la tierra con facilidad. Para hacer un bancal se delimita su contorno con estacas y cuerdas. Como no se puede pisar por encima conviene que no tenga más de 150 centímetros de ancho y más o menos seis metros de longitud, de forma que no cueste mucho rodearlo. Se retira la primera capa del terreno y se trabaja la capa inferior todo lo posible, se vuelve a poner la primera capa mezclada con compost, estiércol y los acondicionadores que se deseen. Puede añadirse por encima otra capa de estiércol o compost y un acolchado a base de paja. En climas de alta pluviosidad hay que intentar que el bancal sea todo lo alto posible, para facilitar el drenaje. En climas de baja pluviosidad y mucho sol, conviene no levantarlo demasiado para que retenga el agua mejor.
Si se desea acondicionar tierras difíciles con rapidez, un método es excavar un agujero lo más hondo posible y llenarlo con tierra especifica para el cultivo de cannabis. Hay cultivadores que se limitan a hacer unos agujeros de drenaje en el fondo del saco y enterrarlo. De esta forma si es necesario sacar las plantas y transplantarlas la operación se facilita.
CULTIVO EN MACETAS
Cuando se usan macetas lo mejor y más seguro es adquirir un sustrato específico para cannabis, pues la planta no tiene mucho espacio donde extender sus raíces y necesita que sea de la mejor calidad.
En el mercado hay mezclas de tierra completas, con bastante comida para la planta, y mezclas ligeras, a base de turba y perlita. Estas últimas, además de ser más baratas, dan buen resultado en exterior, ya que tiene un drenaje excelente y facilitan el desarrollo del sistema radicular. Con los sustratos ligeros hay que hacer fertilizaciones periódicas en el riego, ya que contienen poco alimento.
Las macetas blancas son las más adecuadas por retener menos calor. Poner una capa de bolas de arcilla expandida o piedrecitas en el fondo del contenedor facilita el drenaje. Conviene empezar con macetas pequeñas y realizar posteriores transplantes a tamaños mayores.
Intentare ir completando todo esto.
TIPOS DE TIERRA Y ACONDICIONANTE
En primer lugar hay que determinar el tipo de suelo y su Ph, si es arcilloso, calizo o arenoso, si tiene buen o mal drenaje, cuán rico es en materia orgánica etc.
A las tierras demasiado ácidas hay que hacer un encalado o aporte de una enmienda caliza, por ejemplo el lithothamnium calcareum o litothamne además de calcio aporta magnesio y
oligoelementos. También se pueden usar margas, caliza triturada, cretas fosfatadas o dolomita cálcica. Las cenizas de madera aportan potasio pero se han de usar con precaución pues son muy ácidas. Casi todas las tierras mejoran su estructura y contenido en materia
orgánica con estiércol, compost o humus de lombriz. Se puede añadir guano de murciélago de liberación lenta que aportará fósforo y potasio a la planta en la floración. También es posible utilizar mezclas tipo pre mix, diseñadas para acondicionar el suelo donde se cultivará cannabis.
Para facilitar el drenaje se puede usar perlita. Si se quiere mejorar la estructura y la retención de agua una opción es la fibra de coco. El formato de coco prensado es muy cómodo de transportar, antes de usarlo hay que remojarlo para que recupere su volumen habitual. En zonas de mucha sequía y dificultad de abastecimiento de agua añadir un puñado de polímeros mejora la retención de humedad, también se pueden poner plásticos y tablas en el fondo del agujero.
PREPARADO DEL TERRENO
Un sistema estupendo para el cultivo de cannabis es el del bancal profundo, muy difundido por John Seymour; se basa en cavar en profundidad y no pisar nunca el terreno acondicionado, de esta forma las perezosas raíces del cannabis penetran en la tierra con facilidad. Para hacer un bancal se delimita su contorno con estacas y cuerdas. Como no se puede pisar por encima conviene que no tenga más de 150 centímetros de ancho y más o menos seis metros de longitud, de forma que no cueste mucho rodearlo. Se retira la primera capa del terreno y se trabaja la capa inferior todo lo posible, se vuelve a poner la primera capa mezclada con compost, estiércol y los acondicionadores que se deseen. Puede añadirse por encima otra capa de estiércol o compost y un acolchado a base de paja. En climas de alta pluviosidad hay que intentar que el bancal sea todo lo alto posible, para facilitar el drenaje. En climas de baja pluviosidad y mucho sol, conviene no levantarlo demasiado para que retenga el agua mejor.
Si se desea acondicionar tierras difíciles con rapidez, un método es excavar un agujero lo más hondo posible y llenarlo con tierra especifica para el cultivo de cannabis. Hay cultivadores que se limitan a hacer unos agujeros de drenaje en el fondo del saco y enterrarlo. De esta forma si es necesario sacar las plantas y transplantarlas la operación se facilita.
CULTIVO EN MACETAS
Cuando se usan macetas lo mejor y más seguro es adquirir un sustrato específico para cannabis, pues la planta no tiene mucho espacio donde extender sus raíces y necesita que sea de la mejor calidad.
En el mercado hay mezclas de tierra completas, con bastante comida para la planta, y mezclas ligeras, a base de turba y perlita. Estas últimas, además de ser más baratas, dan buen resultado en exterior, ya que tiene un drenaje excelente y facilitan el desarrollo del sistema radicular. Con los sustratos ligeros hay que hacer fertilizaciones periódicas en el riego, ya que contienen poco alimento.
Las macetas blancas son las más adecuadas por retener menos calor. Poner una capa de bolas de arcilla expandida o piedrecitas en el fondo del contenedor facilita el drenaje. Conviene empezar con macetas pequeñas y realizar posteriores transplantes a tamaños mayores.
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