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El poder medicinal del cannabis reside en los cannabinoides y terpenos, “moléculas milagrosas” que alivian múltiples dolencias: desde depresión o problemas gastrointestinales hasta cáncer o epilepsia.
Pero.. ¿de dónde proceden estos compuestos?
Los cannabinoides y los terpenos son fabricados en unas pequeñas glándulas de resina presentes en las flores y llamadas tricomas. El nombre proviene del griego trikhōma que significa “crecimiento del cabello”.
Los tricomas son diminutos (casi microscópicos), tienen forma de hongo y aparecen mayoritariamente en la superficie de los brotes. Están formados por un tallo y una cabeza, y es en esta última donde se producen los cannabinoides.
Fábricas de cannabinoides
En el tallo de los tricomas se fabrican distintos compuestos químicos que posteriormente son enviados a la cabeza de la glándula. Una vez allí, la luz ultravioleta (UV) se combina con ellos ayudando a crear los cannabinoides. Desde un análisis muy simplista podríamos decir que esto explica por qué las plantas que han recibido la luz adecuada (longitud de onda, intensidad, duración,..) producen mayor cantidad de cannabinoides.
Hay que tener en cuenta que una planta llena de tricomas no garantiza una alta potencia psicoactiva o su capacidad terapéutica. Aunque es una buena señal, no significa que las glándulas contengan un alto porcentaje de THC, CBD, u otros cannabinoides y terpenos.
Desde una perspectiva biológica, se cree que los tricomas evolucionaron como un mecanismo de defensa de la planta de cannabis que lo protege de las amenazas de su entorno, incluidos insectos y animales. Los tricomas hacen el consumo de la planta menos apetecible para los depredadores hambrientos.
Luz verde a la recolecta
Los tricomas también indican el estado de madurez de las plantas de cannabis en la fase final de la floración. Cuando son transparentes, significa que aún no están suficientemente maduros. Un color blanco lechoso indica el final de la maduración y coincide con altos niveles de THC. Y por último, el color ambar aparece cuando los niveles de CBD comienzan a aumentar mientras los de THC empiezan a descender. Aquí es importante señalar que, aunque esto ocurre en la mayoría de los casos, hay algunas cepas cuyos tricomas no se vuelven ambar en el momento de la cosecha; por ello es recomendable estar familiarizado con la variedad que tenga en su jardín.
El origen de las extracciones y concentrados
Los tricomas son los encargados de producir los cannabinoides y terpenos; y esto los convierte en la base de muchos tipos de extracciones y concentrados. El kief, hash, bubblehash, bho y un largo etc se hacen a partir de los tricomas de la marihuana. En el mercado hay actualmente gran cantidad de extractores que ponen esta práctica al alcance de cualquiera.
Pero.. ¿de dónde proceden estos compuestos?
Los cannabinoides y los terpenos son fabricados en unas pequeñas glándulas de resina presentes en las flores y llamadas tricomas. El nombre proviene del griego trikhōma que significa “crecimiento del cabello”.
Los tricomas son diminutos (casi microscópicos), tienen forma de hongo y aparecen mayoritariamente en la superficie de los brotes. Están formados por un tallo y una cabeza, y es en esta última donde se producen los cannabinoides.
Fábricas de cannabinoides
En el tallo de los tricomas se fabrican distintos compuestos químicos que posteriormente son enviados a la cabeza de la glándula. Una vez allí, la luz ultravioleta (UV) se combina con ellos ayudando a crear los cannabinoides. Desde un análisis muy simplista podríamos decir que esto explica por qué las plantas que han recibido la luz adecuada (longitud de onda, intensidad, duración,..) producen mayor cantidad de cannabinoides.
Hay que tener en cuenta que una planta llena de tricomas no garantiza una alta potencia psicoactiva o su capacidad terapéutica. Aunque es una buena señal, no significa que las glándulas contengan un alto porcentaje de THC, CBD, u otros cannabinoides y terpenos.
Desde una perspectiva biológica, se cree que los tricomas evolucionaron como un mecanismo de defensa de la planta de cannabis que lo protege de las amenazas de su entorno, incluidos insectos y animales. Los tricomas hacen el consumo de la planta menos apetecible para los depredadores hambrientos.
Luz verde a la recolecta
Los tricomas también indican el estado de madurez de las plantas de cannabis en la fase final de la floración. Cuando son transparentes, significa que aún no están suficientemente maduros. Un color blanco lechoso indica el final de la maduración y coincide con altos niveles de THC. Y por último, el color ambar aparece cuando los niveles de CBD comienzan a aumentar mientras los de THC empiezan a descender. Aquí es importante señalar que, aunque esto ocurre en la mayoría de los casos, hay algunas cepas cuyos tricomas no se vuelven ambar en el momento de la cosecha; por ello es recomendable estar familiarizado con la variedad que tenga en su jardín.
El origen de las extracciones y concentrados
Los tricomas son los encargados de producir los cannabinoides y terpenos; y esto los convierte en la base de muchos tipos de extracciones y concentrados. El kief, hash, bubblehash, bho y un largo etc se hacen a partir de los tricomas de la marihuana. En el mercado hay actualmente gran cantidad de extractores que ponen esta práctica al alcance de cualquiera.