El socialista Hollande considera despenalizaarla.
"Se facilitó el consumo de la marihuana y los resultados fueron, y todavía siguen siendo, nefastos, aún modificada la ley", sostiene Jean-Marc Leclerc, conocido periodista dedicado en profundidad a las repercusiones de la droga en la sociedad.
La frase publicitada por el articulista francés surge de un análisis que acaba de publicar sobre resultados de la legalización en España, ante los reiterados anuncios de alivianar penas al consumo en Francia, que hasta el momento han sido rechazados por el presidente socialista, Francois Hollande: "No está el tema en la agenda del gobierno".
Pero existe una realidad, fácilmente comprobable en Europa, afirman los estudiosos: "apenas la izquierda llega al poder, instala sobre la mesa los más encontrados proyectos sobre el uso de cannabis".
Unos van directamente hacia la legalización de ciertas etapas del consumo (fumar o plantar para uso personal), otros insisten en "alivianar" las penas de prisión y su sustitución por contravenciones o multas.
Leclerc analiza el proceso de la despenalización seguido en España en la década de los 80, promovido por el presidente del gobierno de entonces, Felipe González. A los diez años de vigencia, el propio gobierno del PSOE tuvo que "dar marcha atrás" y modificar la legislación dentro de un encuadre más restrictiva. Hoy se observa un incremento del consumo en las dos ciudades más importantes: Madrid y Barcelona, las que compiten con Amsterdam como centro de consumo de marihuana. Los fines de semana llegan a esos dos países, grandes grupos de jóvenes, atraídos por políticas más abiertas hacia en cuestionado cigarrillo.
PRUEBAS.Francia prueba otros caminos bajo control policial e inspectores de Aduana, procurando bajar el consumo de marihuana y otros estupefacientes en barrios de las afueras de París (Saint Denis) y en diferentes ciudades, castigando con contravenciones o multas y no con prisión a los infractores. Hasta ahora los resultados de esta experiencia parecen positivos, se ha registrado un leve descenso en el consumo, de 7.3% cayó a 6,5%.
La Ministra de Justicia, Christiane Taubirà, se refirió a este intento, insistiendo en la idea de alivianar la norma penal para los consumidores de cannabis. Sus palabras despertaron subido revuelo en filas políticas y en la población.
De inmediato, legisladores de la propia izquierda se dividieron en proyectos contradictorios. Desde aquellos que se suman a Taubirà en la idea de pasar del régimen actual de pena de prisión a una simple contravención. Otros van más lejos y se exhiben partidarios de rebajar aún mas la legislación sobre el consumidor que sería pasible de trabajos comunitarios. Sin embargo, hay mayoría para mantener la infracción por consumo o autocultivo en el campo penal, para dejar adentro de esa orbita la pena de prisión en caso de reincidencia. Asimismo algunos magistrados han dado la voz de alerta: la penalización del uso de cannabis tiene la virtud de poder seguir el camino de la droga, en procura de llegar a las mafias que dirigen el comercio.
El presidente de la Unión Sindical de los Jueces piensa que sería conveniente "pegar donde duele", es decir el " bolsillo" del consumidor, valorando la iniciativa de la contravención. Aunque los magistrados recuerdan que modificaciones realizadas a la legislación, traban el accionar policial, por ejemplo al establecer que desde el primer momento el consumidor debe estar asistido por un abogado. Esta normativa impide los interrogatorios y ofrece cierto tiempo para detectar y seguir las redes de distribución.
Se insiste por parte de técnicos e integrantes de la Judicatura para que el consumidor no salga de la órbita judicial, aún después de la modificación del sistema hacia la multa o contravención.
En la actualidad Francia es el país de mayor consumo de Europa.
Y aunque parezca una paradoja, el sistema de contravención, promovido por dirigentes de la izquierda socialista, es criticado por otros sectores de la propia izquierda. Estos últimos argumentan que se aumentaría la prevención y represión, dos palabras que les molestan "Y este no es el objetivo de la izquierda", se dijo recientemente en un debate de tv por parte de un legislador de la mayoría oficialista.
MARCHA ATRÁS.Hace escasos días la ministra de Medio Ambiente dio su opinión sobre el tema, defendiendo la posición de los ecologistas, contraria a cualquier sanción al consumo. A las pocas horas, su colega político, el primer ministro, Ayrault, sin aludir directamente a la secretaria de estado, respondió: "La cuestión de la legalización del cannabis no está en el orden del día", sumándose a las dos negativas del primer mandatario Hollande y cerrando por el momento el tema desde las alturas del Gobierno.
Para el especialista Jean Marc Leclerc, la reforma en España tuvo un resultado desastroso, tanto que los mismos socialistas del PSOE, vieron que el andamiaje ideado para despenalizar el consumo de drogas (marihuana y estupefacientes) se derrumbaba y obligaba a dar una rápida marcha atrás.
Se pensaba que esa medida cortaría el tráfico de la droga, entre los carteles y el consumidor. Pero la explosión fue inmediata, se expandió el consumo y se constató que sin duda, cuanto más se facilita el acceso a la droga, más se consume. Esa medida hizo que se pasara, en gran escala, de drogas llamadas blandas a las más peligrosas, las "duras". En esos 10 años, las muertes por sobredosis saltaron de 93 en 1983 a más de 800 en 1992, multiplicándose casi por diez.
En 1993 se aprueba la ley Corcuera, en la cual se endurece la legislación, se establece que se puede detener a una persona en posesión de droga, aun sin tener pruebas de que estaba destinada al consumo.
Hoy en España, se puede fumar en privado y producir algunas plantas para consumo propio.
EFECTOS NEFASTOS."El combate contra la droga no puede alimentarse de ideología. En este caso está la prueba , la cual no puede ser cuestionada", sostiene Leclerc.
"Es fundamental mantener la prohibición, teniendo en cuenta los efectos nefastos de esta droga", sostiene en Francia, el director del Observatorio contra la Delincuencia y la Respuesta Penal.
La ley actual francesa, aun con las deficiencias que se denuncian, ha permitido un descenso de los consumidores de cannabis. La prevención y represión han tenido un papel importante, afirma el especialista del Observatorio.
Lo primero para el técnico es mantener la prohibición, teniendo en cuenta los efectos nefastos de esta droga. Y además considera que es una buena fórmula para ayudar a los padres que quieren proteger a sus hijos. Deben sentirse apoyados, pero eso no prohíbe reflexionar con respecto a sanciones más adaptadas y con mejores resultados. ante la realidad actual. No rechazó la idea de la contravención si se prueba que es más disuasiva, pero sí rechazó de plano la despenalización".