ONU dice que legalización del cannabis va en contra de las convenciones ratificadas por ese país.
Un día después de que Uruguay se ubicó en el podio de los países a la vanguardia en libertades, las repercusiones sobre su decisión de legalizar la venta y producción de la marihuana no se han hecho esperar.
La primera en pronunciarse, al menos a nivel internacional, fue la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (Jife), el organismo de control de drogas de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En un comunicado emitido desde Viena (Austria), el ente aseguró que con ?la legislación de legalización de venta y producción del cannabis, Uruguay contraviene la Convención de 1961 sobre narcóticos?.
Para otros, el debate sobre las drogas está lejos de desarrollarse. ?El pronunciamiento de la ONU, aunque puede parecer negativo, no significa que vaya a haber sanciones hacia Uruguay. Pusimos una nueva alternativa sobre la mesa, y se va a probar que funciona?, dice Victoria Verrastro, de Regulación Responsable, una agrupación de ciudadanos y de organizaciones sociales que apoyó la iniciativa de legalización en Uruguay.
En 1998 en Nueva York, la ONU celebró una Sesión Especial de la Asamblea General (Ungass) sobre el problema de las drogas. En esa oportunidad se lanzó el lema ?Un mundo sin drogas, ¡podemos hacerlo!? cuya base era un plan a 10 años ?que por ahora no ha dado resultado? para enfrentar a través de regulaciones, erradicación de cultivos, mayores servicios de prevención y sanciones más severas.
?Uruguay forma parte de una tendencia general de políticas de drogas alternativas que han surgido en debates en toda América Latina. Es evidente que el debate sobre las políticas de drogas es cada vez más amplio y elaborado, por lo que no será fácil volver a reducirlo a falsas disyuntivas y consignas vacías?, apuntó Tom Blickman, investigador del Trasnational Institute de control de drogas de la ONU en un comunicado.
La fiscalización internacional solamente se sustenta en la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes, el Convenio de 1971 sobre Sustancias Psicotrópicas y la Convención de las Naciones Unidas de 1988 contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas.
?Las repercusiones de esto que se ha hecho en Uruguay son múltiples, y desde otras partes del mundo se hacen preguntas. Pero yo puedo asegurar que la ONU no va a condenar a Uruguay, porque además es una convención menor?, asegura Lincoln Bizzozero, profesor titular de la maestría de Relaciones Internacionales de la Universidad de la República de Uruguay.
Bizzozero agregó que tampoco espera una reacción negativa de otros países que por ahora ?no dirán que no, ni van a manifestar su malestar con el gobierno (uruguayo), van a ver esto desde un estado contemplativo a ver qué pasa con este ensayo?.
Negativas o no las reacciones del mundo con respecto a la iniciativa de este país de 3,3 millones de habitantes, la legalización de su venta y producción empieza a erigirse como un primer ensayo hacia el tratamiento, y quizás futuro de la lucha contra el narcotráfico.
?El cannabis es una droga ilícita y necesita control?
El representante en Colombia de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), Bo Mathiasen, en diálogo con EL TIEMPO, explicó por qué la legalización de las drogas viola tratados internacionales y por qué la marihuana debe ser controlada.
¿Cómo recibe la ONU la legalización de la venta de marihuana en Uruguay?
Lo consideramos preocupante porque va en contra de las convenciones y todos los principios. Como Naciones Unidas, vamos a ver cómo van a seguir adelante con esta política. Existen tres convenciones que los países firmaron. En ellas, se dice que el cannabis es una droga ilícita y debe ser controlada por el Estado para evitar el uso indebido en la sociedad, para proteger la salud pública.
Ese consenso existe todavía entre las naciones. Si ahora empezamos a hablar de legalización de las drogas, eso sería un ?contraconsenso?.
¿Entonces Uruguay desconoció esas convenciones?
Ellos están buscando una salida diferente, pero que técnicamente está en contravía.
¿Cómo cree que va la lucha contra el narcotráfico en nuestro país?
Colombia tiene grandes avances. Hemos registrado el nivel más bajo de cultivos ilícitos con 48.000 hectáreas sembradas. Ha desarticulado redes de producción, venta y tráfico. El problema persiste, pero en menor escala.
CINDY A. MORALES
Para EL TIEMPO
Montevideo