Uruguay se acerca cada vez más a la aprobación definitiva de la ley que legaliza la producción y venta de marihuana en el país, con el inicio de la votación del proyecto artículo por artículo en la Comisión de Salud del Senado. Fuentes parlamentarias señalaron el miércoles que el "análisis y aprobación" del articulado se inició este martes y para mañana está prevista otra reunión de la comisión en la búsqueda de "seguir avanzando" hacia la aprobación final.
Los senadores fueron convocados para continuar con el estudio del tema denominado "Marihuana y sus derivados: Control y regulación del Estado de la importación, exportación, plantación, cultivo, cosecha, producción, adquisición, almacenamiento, comercialización, distribución y consumo".
El objetivo de la gobernante coalición de izquierda Frente Amplio (FA) es que el proyecto, que ya tiene aprobación de la Cámara de Diputados, sea aprobado por la comisión y puesto a consideración del pleno del Senado a finales de noviembre o en la primera semana de diciembre.
El vicepresidente de la comisión y quien lleva "las riendas" de la iniciativa, es el médico y senador oficialista Luis Gallo, quien dijo recientemente a Efe que "hay un compromiso" del oficialismo para aprobar el proyecto "en las próximas semanas". El FA tiene mayoría tanto en la Comisión de Salud, cuatro de siete integrantes, como en la Cámara, 16 de 31 miembros, lo que le asegura la aprobación del proyecto que impulsa el presidente uruguayo, José Mujica.
El secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Julio Calzada, señaló recientemente que de cumplirse los tiempos parlamentarios previstos, para el segundo semestre de 2014 el nuevo sistema podrá estar en marcha. El FA agrupa a socialista, comunistas, marxistas leninistas, los exguerrilleros Tupamaros e independientes de izquierda entre otros sectores y algunas visiones encontradas sobre la iniciativa de legalizar la producción y venta de marihuana en Uruguay fueron "limadas" durante el amplio debate que se dio en la Comisión de Diputados y que duró varios meses.
Algunos diputados incluso argumentaron en contra del proyecto pero luego alzaron su mano para votarlo por "disciplina partidaria". El presidente Mujica señaló en repetidas ocasiones que la idea de fondo del proyecto es "combatir el narcotráfico" y destacó que mediante la represión "la batalla (contra el consumo de drogas) está perdida a nivel mundial".
Sin embargo, varias las voces en el país y en la región que se oponen a la iniciativa. La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) advirtió la pasada semana a los senadores sobre los efectos que el consumo de cannabis tiene sobre los estudiantes. "Existen estudios que revelan que el consumo de alcohol y drogas en la adolescencia alteran el desarrollo neurológico y se lo relaciona con el fracaso escolar, los problemas de conducta y síntomas depresivos", señaló Néstor Pereira, un representante de la ANEP que dio su opinión sobre el proyecto a la Comisión de Salud.
Además, una delegación del Parlamento brasileño encabezada por el diputado Osmar Terra fue recibida la pasada semana por la comisión. Terra, médico de profesión, exsecretario de Salud del estado de Río Grande do Sul, limítrofe con Uruguay, y el autor de la nueva ley brasileña que endurece las penas en la lucha contra el consumo de drogas, destacó que "no existe ningún país en el mundo que haya logrado reducir el consumo de drogas a través de su legalización. Todos los que recorrieron ese camino luego tuvieron que volver atrás", enfatizó.
Simultáneamente, el secretario de la Presidencia y presidente de la Junta Nacional de Drogas, Diego Cánepa, al referirse a la visita de la delegación brasileña dijo que el Gobierno de Uruguay agradece cualquier "aporte" al debate sobre la despenalización de la producción y venta de marihuana.
Sin embargo, ratificó que la administración del presidente Mujica esta "convencida" del plan elegido. "Hay un convencimiento del Gobierno para no insistir en una política que hasta ahora no ha dado los resultados esperados", dijo en referencia al camino de la represión.
En Uruguay el consumo de marihuana no está penado por la ley pero sí su venta y cultivo. El proyecto impulsado por el presidente Mujica, legaliza la compraventa y el cultivo de marihuana, y establece la creación de un ente estatal regulador que se encargará de emitir licencias y controlar la producción y la distribución de la droga.
Los consumidores previamente registrados podrán comprar marihuana en farmacias especialmente habilitadas, hasta un máximo de 40 gramos por mes, o cultivar en casa hasta seis plantas que produzcan no más de 480 gramos por cosecha.
MONTEVIDEO
EFE
Los senadores fueron convocados para continuar con el estudio del tema denominado "Marihuana y sus derivados: Control y regulación del Estado de la importación, exportación, plantación, cultivo, cosecha, producción, adquisición, almacenamiento, comercialización, distribución y consumo".
El objetivo de la gobernante coalición de izquierda Frente Amplio (FA) es que el proyecto, que ya tiene aprobación de la Cámara de Diputados, sea aprobado por la comisión y puesto a consideración del pleno del Senado a finales de noviembre o en la primera semana de diciembre.
El vicepresidente de la comisión y quien lleva "las riendas" de la iniciativa, es el médico y senador oficialista Luis Gallo, quien dijo recientemente a Efe que "hay un compromiso" del oficialismo para aprobar el proyecto "en las próximas semanas". El FA tiene mayoría tanto en la Comisión de Salud, cuatro de siete integrantes, como en la Cámara, 16 de 31 miembros, lo que le asegura la aprobación del proyecto que impulsa el presidente uruguayo, José Mujica.
El secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Julio Calzada, señaló recientemente que de cumplirse los tiempos parlamentarios previstos, para el segundo semestre de 2014 el nuevo sistema podrá estar en marcha. El FA agrupa a socialista, comunistas, marxistas leninistas, los exguerrilleros Tupamaros e independientes de izquierda entre otros sectores y algunas visiones encontradas sobre la iniciativa de legalizar la producción y venta de marihuana en Uruguay fueron "limadas" durante el amplio debate que se dio en la Comisión de Diputados y que duró varios meses.
Algunos diputados incluso argumentaron en contra del proyecto pero luego alzaron su mano para votarlo por "disciplina partidaria". El presidente Mujica señaló en repetidas ocasiones que la idea de fondo del proyecto es "combatir el narcotráfico" y destacó que mediante la represión "la batalla (contra el consumo de drogas) está perdida a nivel mundial".
Sin embargo, varias las voces en el país y en la región que se oponen a la iniciativa. La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) advirtió la pasada semana a los senadores sobre los efectos que el consumo de cannabis tiene sobre los estudiantes. "Existen estudios que revelan que el consumo de alcohol y drogas en la adolescencia alteran el desarrollo neurológico y se lo relaciona con el fracaso escolar, los problemas de conducta y síntomas depresivos", señaló Néstor Pereira, un representante de la ANEP que dio su opinión sobre el proyecto a la Comisión de Salud.
Además, una delegación del Parlamento brasileño encabezada por el diputado Osmar Terra fue recibida la pasada semana por la comisión. Terra, médico de profesión, exsecretario de Salud del estado de Río Grande do Sul, limítrofe con Uruguay, y el autor de la nueva ley brasileña que endurece las penas en la lucha contra el consumo de drogas, destacó que "no existe ningún país en el mundo que haya logrado reducir el consumo de drogas a través de su legalización. Todos los que recorrieron ese camino luego tuvieron que volver atrás", enfatizó.
Simultáneamente, el secretario de la Presidencia y presidente de la Junta Nacional de Drogas, Diego Cánepa, al referirse a la visita de la delegación brasileña dijo que el Gobierno de Uruguay agradece cualquier "aporte" al debate sobre la despenalización de la producción y venta de marihuana.
Sin embargo, ratificó que la administración del presidente Mujica esta "convencida" del plan elegido. "Hay un convencimiento del Gobierno para no insistir en una política que hasta ahora no ha dado los resultados esperados", dijo en referencia al camino de la represión.
En Uruguay el consumo de marihuana no está penado por la ley pero sí su venta y cultivo. El proyecto impulsado por el presidente Mujica, legaliza la compraventa y el cultivo de marihuana, y establece la creación de un ente estatal regulador que se encargará de emitir licencias y controlar la producción y la distribución de la droga.
Los consumidores previamente registrados podrán comprar marihuana en farmacias especialmente habilitadas, hasta un máximo de 40 gramos por mes, o cultivar en casa hasta seis plantas que produzcan no más de 480 gramos por cosecha.
MONTEVIDEO
EFE