el sociólogo propone en la ponencia del parlamento vasco dispensarlo de modo "legal y controlado".
Donostia. El sociólogo vasco Francisco Javier Elzo planteó ayer la necesidad de que en Euskadi se suministre cannabis de manera controlada y legal a los consumidores de esta droga que se encuentran en situación de exclusión social con el fin eliminar la "marginalidad" de los "más indefensos" y el "trapicheo".
Además, Elzo propuso una regularización de los clubes de consumidores de cannabis vascos, en una primera etapa de una forma experimental y posteriormente, con base en las conclusiones de una comisión de expertos, dotarles de un estatus legal definitivo.
El catedrático emérito de Sociología de la Universidad de Deusto expuso estas dos ideas en la ponencia del Parlamento Vasco que estudia la posibilidad de regular los clubes de consumidores de cannabis en España. Señaló que, debido al elevado consumo de cannabis en Euskadi, es "evidente" que la represión contra las drogas "ha fracasado".
Así, recordó que, según datos de 2012, en el País Vasco 28.000 personas entre los 15 y los 74 años son consumidores diarios de cannabis y 11.000 tienen entre 12 a 23 años, una cifra "alarmante". Opinó que en Euskadi se consume más marihuana y hachís que en otras regiones españolas y europeas porque ha habido una "aceptación social" de su consumo, lo que ha provocado que, proporcionalmente, los clubes de consumidores de esta droga estén más extendidos que en otras comunidades autónomas.
El sociólogo vasco insistió en que su mayor preocupación es dar una solución al consumidor particular "enganchado" al cannabis que tiene dificultades de integración social y escasez de recursos económicos y defendió la necesidad de controlar la calidad de la droga que se meten en sus cuerpos y evitar que "anden por ahí trapicheando".
Por este motivo planteó que este tipo de consumidor que no está inscrito en los clubes cannabis tenga "acceso legal y controlado al cannabis". El sociólogo apostó también por regularizar ad experimentum durante seis o nueve meses los clubes de cannabis y posteriormente crear una comisión de estudio que en el plazo de seis meses elaboraría un informe de evaluación sobre el funcionamiento de estos centros.
En estos clubes se debería impedir el acceso a menores y sus fines tendrían que ser recreativos y sin ánimo de lucro, además de tener su acceso limitado a los asociados y a invitados. Pero Elzo advirtió también del riesgo de que Euskadi se convierta en una "pequeña Holanda".
Donostia. El sociólogo vasco Francisco Javier Elzo planteó ayer la necesidad de que en Euskadi se suministre cannabis de manera controlada y legal a los consumidores de esta droga que se encuentran en situación de exclusión social con el fin eliminar la "marginalidad" de los "más indefensos" y el "trapicheo".
Además, Elzo propuso una regularización de los clubes de consumidores de cannabis vascos, en una primera etapa de una forma experimental y posteriormente, con base en las conclusiones de una comisión de expertos, dotarles de un estatus legal definitivo.
El catedrático emérito de Sociología de la Universidad de Deusto expuso estas dos ideas en la ponencia del Parlamento Vasco que estudia la posibilidad de regular los clubes de consumidores de cannabis en España. Señaló que, debido al elevado consumo de cannabis en Euskadi, es "evidente" que la represión contra las drogas "ha fracasado".
Así, recordó que, según datos de 2012, en el País Vasco 28.000 personas entre los 15 y los 74 años son consumidores diarios de cannabis y 11.000 tienen entre 12 a 23 años, una cifra "alarmante". Opinó que en Euskadi se consume más marihuana y hachís que en otras regiones españolas y europeas porque ha habido una "aceptación social" de su consumo, lo que ha provocado que, proporcionalmente, los clubes de consumidores de esta droga estén más extendidos que en otras comunidades autónomas.
El sociólogo vasco insistió en que su mayor preocupación es dar una solución al consumidor particular "enganchado" al cannabis que tiene dificultades de integración social y escasez de recursos económicos y defendió la necesidad de controlar la calidad de la droga que se meten en sus cuerpos y evitar que "anden por ahí trapicheando".
Por este motivo planteó que este tipo de consumidor que no está inscrito en los clubes cannabis tenga "acceso legal y controlado al cannabis". El sociólogo apostó también por regularizar ad experimentum durante seis o nueve meses los clubes de cannabis y posteriormente crear una comisión de estudio que en el plazo de seis meses elaboraría un informe de evaluación sobre el funcionamiento de estos centros.
En estos clubes se debería impedir el acceso a menores y sus fines tendrían que ser recreativos y sin ánimo de lucro, además de tener su acceso limitado a los asociados y a invitados. Pero Elzo advirtió también del riesgo de que Euskadi se convierta en una "pequeña Holanda".