Vicente Fox es sin duda un buen empresario, su visión le hizo entender que en este país de monopolios podría ser el líder de la mariguana. Su neo-activismo no es una casualidad, el expresidente mandó a hacer un estudio para entender cuánto dinero se obtiene de la venta de Cannabis en la región. Él sabe que la venta de la droga más aceptada en el mundo como ?noble? genera a los cárteles 13 mil millones de dólares cada año. El jitomate, la verdura de mayor exportación arroja ganancias de mil 262 millones; por eso Fox no quiere sembrar para comer, sino para fumar.
Ya el político siembra Hemp, la mariguana baja en Tetrahidrocannabinol (THC, el componente psicotrópico activo), que desde hace dos mil años se cultiva en el mundo para producir telas, papel, aceite para cremas; para alimentar animales y hacer biocombustibles. Las leyes de agricultura de la mayoría de países exigen que el Hemp se siembre y cultive de tal forma que no llegue a madurar para convertirse en una droga potente, como otras variantes de Cannabis sembradas especialmente para producir altos contenidos de THC. Lo cierto es que mientras a los zetas los matan o arrestan quien se podría convertir en la verdadera competencia de ?El Chapo? Guzmán y de La Familia michoacana (quienes presumen de cultivar y vender la mejor mariguana de México) es Fox.
Porque a diferencia de los narcos norteamericanos, que obtienen sus mayores ganancias con la elaboración de drogas como el cristal meth y otras producidas en laboratorios, la manufactura y venta de metanfetaminas sólo deja a los carteles mexicanos 4 mil millones de dólares y la cocaína 2 mil millones. El mercado cambió desde el 2008.
Fox entiende también que México se ha convertido en el segundo productor de Heroína en el mundo. Esta droga, procesada a partir de las semillas de la amapola conocida en nuestro país como adormidera, se siembra en 25 de los 32 estados de la República. Según el informe de la SEDENA los principales estados productores de opio son Guerrero, Chihuahua, Sinaloa y Nayarit. La pasta se lleva hacia el norte donde se procesa para producir una pasta denominada Black tar vendida principalmente en Estados Unidos. Esta droga, por la que murió recientemente de una sobredosis el actor de ?Glee?, se aspira, se fuma o se inserta en supositorios y gana cada vez más adeptos. Cuando es legal para uso médico se le llama Morfina, cuando es ilegal es Heroína y es altamente adictiva.
Pero el expresidente no es el único que hace estudios de mercado; lo cárteles claramente entienden que la tendencia a legalizar la mariguana es irreversible, por eso ya están concentrándose en la siembra y procesamiento de la amapola, así como en la construcción de los mejores laboratorios de metanfetaminas.
Los colombianos lo entendieron muy bien, la fallida y violenta guerra contra el narco de Colombia eliminó a algunos capos, pero no la producción y distribución de drogas, siguen exportando cocaína y heroína. Según la DEA el 39 por ciento de la heroína incautada en los Estados Unidos es mexicana y el 58 por ciento sale de Colombia. Lo cierto es que en México para la Secretaría de la Marina y el Ejército, quienes siguen operando la guerra antinarco, México hoy produce 40 por ciento más opio que mariguana y, de seguir así, en unos años nuestro país tendrá cuatro veces más personas adictas a la heroína de las que existen actualmente. Creció el mercado por la demanda norteamericana, ahora se fomenta la demanda mexicana para ampliar el negocio.
Parece que olvidamos que Lázaro Cárdenas aprobó en febrero de 1940 el Reglamento de Toxicomanías, que autorizaba el monopolio estatal de drogas para su suministro a adictos a precio de costo, había registro de consumidores con receta médica. Entonces el presidente norteamericano Franklin D. Roosvelt hizo un embargo a las exportaciones de medicamentos mexicanos; amenazó y forzó a Cárdenas en julio de 1940 a prohibir la mariguana. Queda claro que los Estados Unidos son los líderes no sólo en el consumo de drogas, sino en la permanencia de los cárteles. Desde Washington deciden quien siembra, quien vende y quién consume. Ya veremos cómo trata el gobierno de Obama a Vicente Fox en cuanto avance en su promoción para competir con el rey de aguacate. Quién lo diría un expresidente como el Rey de la marihuana.
Ya el político siembra Hemp, la mariguana baja en Tetrahidrocannabinol (THC, el componente psicotrópico activo), que desde hace dos mil años se cultiva en el mundo para producir telas, papel, aceite para cremas; para alimentar animales y hacer biocombustibles. Las leyes de agricultura de la mayoría de países exigen que el Hemp se siembre y cultive de tal forma que no llegue a madurar para convertirse en una droga potente, como otras variantes de Cannabis sembradas especialmente para producir altos contenidos de THC. Lo cierto es que mientras a los zetas los matan o arrestan quien se podría convertir en la verdadera competencia de ?El Chapo? Guzmán y de La Familia michoacana (quienes presumen de cultivar y vender la mejor mariguana de México) es Fox.
Porque a diferencia de los narcos norteamericanos, que obtienen sus mayores ganancias con la elaboración de drogas como el cristal meth y otras producidas en laboratorios, la manufactura y venta de metanfetaminas sólo deja a los carteles mexicanos 4 mil millones de dólares y la cocaína 2 mil millones. El mercado cambió desde el 2008.
Fox entiende también que México se ha convertido en el segundo productor de Heroína en el mundo. Esta droga, procesada a partir de las semillas de la amapola conocida en nuestro país como adormidera, se siembra en 25 de los 32 estados de la República. Según el informe de la SEDENA los principales estados productores de opio son Guerrero, Chihuahua, Sinaloa y Nayarit. La pasta se lleva hacia el norte donde se procesa para producir una pasta denominada Black tar vendida principalmente en Estados Unidos. Esta droga, por la que murió recientemente de una sobredosis el actor de ?Glee?, se aspira, se fuma o se inserta en supositorios y gana cada vez más adeptos. Cuando es legal para uso médico se le llama Morfina, cuando es ilegal es Heroína y es altamente adictiva.
Pero el expresidente no es el único que hace estudios de mercado; lo cárteles claramente entienden que la tendencia a legalizar la mariguana es irreversible, por eso ya están concentrándose en la siembra y procesamiento de la amapola, así como en la construcción de los mejores laboratorios de metanfetaminas.
Los colombianos lo entendieron muy bien, la fallida y violenta guerra contra el narco de Colombia eliminó a algunos capos, pero no la producción y distribución de drogas, siguen exportando cocaína y heroína. Según la DEA el 39 por ciento de la heroína incautada en los Estados Unidos es mexicana y el 58 por ciento sale de Colombia. Lo cierto es que en México para la Secretaría de la Marina y el Ejército, quienes siguen operando la guerra antinarco, México hoy produce 40 por ciento más opio que mariguana y, de seguir así, en unos años nuestro país tendrá cuatro veces más personas adictas a la heroína de las que existen actualmente. Creció el mercado por la demanda norteamericana, ahora se fomenta la demanda mexicana para ampliar el negocio.
Parece que olvidamos que Lázaro Cárdenas aprobó en febrero de 1940 el Reglamento de Toxicomanías, que autorizaba el monopolio estatal de drogas para su suministro a adictos a precio de costo, había registro de consumidores con receta médica. Entonces el presidente norteamericano Franklin D. Roosvelt hizo un embargo a las exportaciones de medicamentos mexicanos; amenazó y forzó a Cárdenas en julio de 1940 a prohibir la mariguana. Queda claro que los Estados Unidos son los líderes no sólo en el consumo de drogas, sino en la permanencia de los cárteles. Desde Washington deciden quien siembra, quien vende y quién consume. Ya veremos cómo trata el gobierno de Obama a Vicente Fox en cuanto avance en su promoción para competir con el rey de aguacate. Quién lo diría un expresidente como el Rey de la marihuana.