Los acusados de narcotráfico serán juzgados a partir del lunes en la Audiencia de Palma.diariodemallorca.es/Efe.Palma El fiscal pide penas que oscilan entre dos años y medio y diez años y seis meses de prisión y el pago de multas por un total de más de tres millones de euros para trece acusados de narcotráfico en el poblado de Son Banya de Palma. Según la Fiscalía, los acusados, que serán juzgados a partir del lunes en la Audiencia de Palma, constituyeron un grupo organizado tras la detención e ingreso en prisión de otros conocidos narcotraficantes y entre mayo y octubre de 2011 se dedicaron a vender cocaína, heroína y cannabis.
Tres de ellos eran los organizadores y cerebros del grupo y en unión del resto de imputados vendían la droga en un punto del poblado.
Uno de los acusados se encargaba de mantener las relaciones con los proveedores del grupo en Barcelona y de gestionar la introducción de la droga en Mallorca, mientras que otro se dedicaba a almacenarla, a fabricar las dosis de cocaína y de heroína y a cultivar cannabis.
Otro imputado transportaba la droga en vehículos de su propiedad, que adquirió con las ganancias obtenidas de sus ilícitas actividades.
A mediados de mayo de 2011 tres de los acusados se desplazaron a Barcelona para gestionar la introducción en la isla de una importante partida de heroína.
En la ciudad condal se encontraron con otro acusado que participaba en la operación poniendo en contacto al grupo con los suministradores y colaborando en la gestión del viaje en el que otra persona, también imputada, introduciría la droga en Mallorca.
Este último imputado partió a las once de la noche del 17 de mayo de ese año desde Barcelona a Palma en un ferry con la droga oculta en el depósito de combustible de un vehículo.
Al llegar a Palma a las seis de la mañana del día siguiente fue detenido por la Guardia Civil, que incautó más de un kilo de heroína con un precio en el mercado ilícito superior a 140.000 euros.
Ante el fracaso de la operación los acusados retomaron posteriormente las negociaciones con el grupo de Barcelona primero por teléfono y posteriormente de forma personal al viajar el 9 de julio siguiente uno de los imputados a la ciudad condal para reunirse con los suministradores.
La operación finalmente no se llevó a efecto ya que los acusados no encontraron persona alguna que les mereciese la suficiente confianza para encomendarle el transporte de la droga desde Cataluña a Mallorca.
El 30 de agosto de ese año uno de los acusados viajó a Barcelona para mantener una reunión en Fogar de la Selva.
Para el almacenaje y la preparación de las dosis los acusados utilizaban una caseta propiedad de un integrante del grupo.
La Guardia Civil llevó a cabo el 5 de octubre de 2011 registros en domicilios de los acusados en los que encontraron diversas cantidades de drogas y 9.584 euros procedentes de la actividad ilícita, además de balanzas de precisión, cuchillas y otros efectos utilizados para preparar las dosis.
En uno de los domicilios encontraron un centenar de macetas vacías y una instalación completa para el cultivo de cannabis con un sistema de aire acondicionado, iluminación y secado.
Tres de ellos eran los organizadores y cerebros del grupo y en unión del resto de imputados vendían la droga en un punto del poblado.
Uno de los acusados se encargaba de mantener las relaciones con los proveedores del grupo en Barcelona y de gestionar la introducción de la droga en Mallorca, mientras que otro se dedicaba a almacenarla, a fabricar las dosis de cocaína y de heroína y a cultivar cannabis.
Otro imputado transportaba la droga en vehículos de su propiedad, que adquirió con las ganancias obtenidas de sus ilícitas actividades.
A mediados de mayo de 2011 tres de los acusados se desplazaron a Barcelona para gestionar la introducción en la isla de una importante partida de heroína.
En la ciudad condal se encontraron con otro acusado que participaba en la operación poniendo en contacto al grupo con los suministradores y colaborando en la gestión del viaje en el que otra persona, también imputada, introduciría la droga en Mallorca.
Este último imputado partió a las once de la noche del 17 de mayo de ese año desde Barcelona a Palma en un ferry con la droga oculta en el depósito de combustible de un vehículo.
Al llegar a Palma a las seis de la mañana del día siguiente fue detenido por la Guardia Civil, que incautó más de un kilo de heroína con un precio en el mercado ilícito superior a 140.000 euros.
Ante el fracaso de la operación los acusados retomaron posteriormente las negociaciones con el grupo de Barcelona primero por teléfono y posteriormente de forma personal al viajar el 9 de julio siguiente uno de los imputados a la ciudad condal para reunirse con los suministradores.
La operación finalmente no se llevó a efecto ya que los acusados no encontraron persona alguna que les mereciese la suficiente confianza para encomendarle el transporte de la droga desde Cataluña a Mallorca.
El 30 de agosto de ese año uno de los acusados viajó a Barcelona para mantener una reunión en Fogar de la Selva.
Para el almacenaje y la preparación de las dosis los acusados utilizaban una caseta propiedad de un integrante del grupo.
La Guardia Civil llevó a cabo el 5 de octubre de 2011 registros en domicilios de los acusados en los que encontraron diversas cantidades de drogas y 9.584 euros procedentes de la actividad ilícita, además de balanzas de precisión, cuchillas y otros efectos utilizados para preparar las dosis.
En uno de los domicilios encontraron un centenar de macetas vacías y una instalación completa para el cultivo de cannabis con un sistema de aire acondicionado, iluminación y secado.