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La construcción biológica o bioconstrucción integra los elementos de la naturaleza en la edificación. En este marco se incluyen las casa hechas de cáñamo, que han comenzado a extenderse por Europa con el beneplácito de la comunidad científica y arquitectónica. 
| La utilización de las fibras del cáñamo no es algo novedoso del sigo XXI, su uso ya tiene una antigüedad de 8000 años y se ciñe al mundo textil. pero la necesidad de innovar ha llevado a descubrir todo un abanico de usos que van desde el mundo de la construcción hasta el de la automoción. En la industria de la construcción se ha descubierto que además de resistente, el cáñamo es un material ecológico, ya que crece rápidamente, y es fácil de industrializar, además de que los materiales derivados del cannabis pueden transformar las partículas de bióxido de carbono en oxígeno. Así, unos investigadores de la Universidad de Bath (Inglaterra) construyeron una casa de un piso mezclando fibras de cáñamo con cal. El proyecto fue patrocinado por el Departamento de Medio ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) del Reino Unido; la Universidad de Bath; Ltd BRE; Feilden Clegg Bradley Studios, Hanson Reino Unido, Hemp Technology, Lhoist Group, Lime Technology, el NNFCC y Wates Espacio Vital. ¿POR QUÉ ES ACONSEJABLE? El Doctor Mike Lawrence, director del proyecto, destacó que las casas fabricadas con este material logran una humedad interna constante y un aire de calidad muy bueno en el interior de la vivienda. De igual modo, Lawrence señala que estas construcciones están perfectamente aisladas porque las fibras de marihuana son porosas y, al mismo tiempo resistentes al fuego. Aunque en Gran Bretaña ya existen algunas edificaciones hechas a base de cáñamo y cal, la "HemPod" de la Universidad de Bath es el primer modelo construido ex-profeso para realizar pruebas científicas que permitan confirmar las ventajas ecológicas de los materiales derivados del cannabis. Texto/Fotos: Yerba |
Para la obtención de datos, se colocaron dentro de la casa una serie de sensores que durante 18 meses estuvieron midiendo la temperatura, la humedad y la velocidad con que el calor y el calor del agua viajaban a través de los muros. OTRAS EMPRESAS Pero la construcción con cáñamo no se circunscribe a Gran Bretaña, desde hace diez años la arquitecta alemana Monika Brümmer fabrica en Granada, en su empresa Cannabric, ladrillos de cáñamo homologados cuya utilización es totalmente legal. Los ladrillos están construidos con fibras vegetales de cáñamo industrial, cal hidráulica natural y una mezcla de minerales, además de tierra procedente de las cuevas de Guadix, según explica Brümmer, que indica que los bloques macizos resultantes se secan al aire, por lo que el consumo de energía es mínimo. Brümmer coincide en señalar las mismas ventajas que los científicos británicos pero añade que las casas construidas con cáñamo también poseen una gran flexibilidad y un elevado confort acústico y bioclimático, porque "estos ladrillos regulan la temperatura y la humedad ambiental como en una cueva, pero con muros exteriores de tan solo 30 centímetros de espesor". Este tipo de insonorización acústica es importante dado que el límite de decibelios permitidos en una vivienda durante la noche oscila entre los 35 y los 30 decibelios, dependiendo de la comunidad autónoma en la que se viva, y una conversación puede llegar a alcanzar los 45 decibelios. |
MÁS VENTAJAS La resistencia de este tipo de ladrillos permite, además, que se puedan construir viviendas de varias alturas, al tiempo de que se cuida el medio ambiente dado que se reduce la contaminación ambiental. Además, estos ladrillos poseen un alto valor estético para aquellas estancias con un estilo rústico: es macizo y denso, de color beige y presenta una textura fibrosa, que le da un aspecto campestre muy popular en la agricultura rural. Otra ventaja es que el cáñamo no posee albúmina, por lo que el riesgo de ser atacado por parásitos es mínimo. No obstante, este tipo de construcciones también tienen sus inconvenientes, como el precio o el hecho de que los revestimientos deben ser de materias naturales, es decir, que estas casa no pueden lucirse con pinturas plásticas. En cuanto al precio un ladrillo de 30 x 14,5 x 10,5 centímetros tiene un coste aproximado de un euro, mientras que los ladrillos convencionales valen 0,40 euros como máximo. Así, a pesar de sus propiedades de insonorización y térmicas, este material utilizado en la construcción cuesta entre un 60% y un 90% más que los ladrillos comunes. Sin embargo, su coste en determinadas obras puede transformarse en la mejor opción a largo plazo y la más ecológica. Otra de las pegas de este tipo de ladrillos es que su instalación es algo más complicada y lenta que otros elementos aislantes como la madera, sin embargo, el ahorro energético y los beneficios saludables que aportan este tipo de viviendas compensan estos inconvenientes. |
sigpic
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