buenas gente este mensaje lo encontre en cannabisonline de garru.todos los que queremos a esta planta deberiamos leer.
SALVAR LA SEMILLA
http://www.cannabisculture.com/v2/articles/1892.html
Los criadores que preservan y mejoran la genética del cannabis son los héroes que mantienen el cannabis vivo y vigoroso.
¿Alguna vez te has preguntado que pasó con las variedades de antaño?. Hawaiian Elephant, Oedipus y Polly son sólo unas pocas de las variedades que fueron populares hace sólo 15 años y que, aparentemente, se han desvanecido del acervo genético del cannabis. Incluso variedades comercializadas a gran escala por las compañías holandesas a finales de los 80s, tales como William's Wonder o Friesland Indica, son avistadas hoy muy raramente, excepto de vez en cuando en algún híbrido. Existen varias razones para este desafortunado escenario, todas las cuales se amplifican por el vigente estatus ilegal del cannabis. Muchos de los veteranos que fueron lo bastante afortunados de poseer el germoplasma de las antiguas variedades se han distanciado de la comunidad cannábica, o han visto demasiados robos y redadas en su época como para hablar de cultivar o compartir genéticas con otros cultivadores.
La mayor influencia en la desaparición de variedades sativas como Hawaiian Elephant es su falta de rentabilidad comercial. Alcanzando alturas sorprendentes y rindiendo cogollos esponjosos de poco peso, las sativas no se prestan ni a una sala de cultivo interior ni a un jardín en exterior, a pesar de sus muchas cualidades positivas. A resultas de necesidades económicas, estas sativas han sido intensivamente cruzadas con índicas através los años, perdiendo en el camino muchas de sus características originales cómo el sabor y un efecto de primera calidad.
Durante los últimos años con actitudes más permisivas hacia la venta de semillas de marihuana, muchos de esos tesoros han vuelto a estar disponibles de nuevo. El trabajo duro y la perseverancia de los pocos y valientes pioneros que han mantenido sus viejas variedades durante la guerra contra ellos, es como para merecer nuestros elogios.
Advertencia:
Los cultivadores como DJ Short con sus Blueberry y Flo, y los muchos otros anónimos responsables de variedades como la Hawaiian Sativa o la Mighty Mite, han demostrado lo que se puede conseguir a pesar de la opresión que soporta nuestra cultura. Sin embargo la marihuana sigue siendo ilegal, y variedades como la Blueberry podrían fácilmente seguir el camino de la extinción, como las Super Sativas de los 70s, a menos que se tomen medidas para preservar estas genéticas. Hasta que el estatus legal de nuestra planta favorita cambie, la responsabilidad recaerá sobre los hombros del cultivador clandestino.
Protegiendo nuestro futuro
La razón principal para la actual ?índica-cización? de las variedades populares de hoy en día es bastante simple: las implicaciones legales, tanto para cultivadores personales como para los comerciales, dictan que se debe maximizar la producción de cogollos en la mínima cantidad de espacio. Una vez la marihuana consiga finalmente su legalización completa, muchos cultivadores probablemente reconsiderarán su elección de variedades, tanto para llenar nichos de mercado como por su gusto personal.
Debemos planear de forma que, cuando llegue la legalización, las pocas variedades que hayan sido criadas con la calidad como primer objetivo sigan con nosotros. Para los cultivadores de exterior, las líneas que hayan sido aclimatadas a lo largo de los años en su área local son indispensables. Muchos de estos cultivadores han estado décadas refinando una variedad para que se adapte a su climatología particular, sin embargo todo ese trabajo se puede perder instantáneamente como resultado de una incursión policial o, simplemente, por no tener a nadie que la perpetúe.
Las genéticas del cannabis pueden ser mantenidas durante muchos años conservando un esqueje vivo, sin embargo esto no aporta mucho a la preservación de la diversidad genética de una variedad. Idealmente, las líneas de semilla se deberían preservar tanto mediante almacenaje a largo plazo como siendo germinadas, cultivadas y reproducidas cada año.
Depresión por endogamia
En la literatura cannábica están diseminados muchos mitos y desinformación sobre la depresión por endogamia en poblaciones de cannabis. Como resultado de ello, muchas de las genéticas comercializadas hoy, son meramente una colección de cruce tras cruce de diferentes variedades, casi sin esfuerzos dirigidos hacia la estabilización de rasgos únicos. La prueba de que la marihuana se puede cruzar de forma exitosa consigo misma yace en ejemplos de líneas estabilizadas como la Skunk#1 y la Northern Lights, que no han mostrado señales de depresión por endogamia tras décadas de cruces incestuosos.
Comprender como ha evolucionado la marihuana ayuda a explicar esto. En los países donde tuvo sus orígenes la marihuana, esta ha coevolucionado con los humanos, siendo mantenida con frecuencia en pequeños jardines familiares, entre otras cosechas alimenticias o medicinales. Buena parte del actual acervo genético de la marihuana se originó en Afganistán, donde se cultivaba el cannabis en pequeñas parcelas familiares durante generaciones, hasta la llegada del cultivo intensivo en los 70s y 80s. Los fenotipos de la planta variaban ligeramente de un valle al siguiente, y el polen transportado por el viento mantenía el vigor de la población y evitaba la depresión por endogamia. Podemos reproducir fácilmente este escenario nosotros mismos, manteniendo varias líneas separadas de la misma variedad, y cruzándolas entre ellas cada pocos años.
Por ejemplo, cuando cultivas un paquete de diez semillas homocigóticas para un rasgo determinado, que transmitirán de forma segura a su descendencia, eliges la mejor hembra y la polinizas con dos o más machos diferentes (marcando que rama ha sido polinizada por cada macho). Las semillas de cada cruce deben ser conservadas por separado, y las generaciones futuras se deben reproducir aisladas unas de las otras,. Cada tercera o cuarta generación, se debe reunir estas líneas y segregar nuevas líneas de entre las semillas resultantes. Algunas de las semillas de cada generación se deben almacenar a largo plazo, para poder retomar el trabajo en caso de polinización cruzada o de pérdida de la cosecha en el futuro.
SALVAR LA SEMILLA
http://www.cannabisculture.com/v2/articles/1892.html
Los criadores que preservan y mejoran la genética del cannabis son los héroes que mantienen el cannabis vivo y vigoroso.
¿Alguna vez te has preguntado que pasó con las variedades de antaño?. Hawaiian Elephant, Oedipus y Polly son sólo unas pocas de las variedades que fueron populares hace sólo 15 años y que, aparentemente, se han desvanecido del acervo genético del cannabis. Incluso variedades comercializadas a gran escala por las compañías holandesas a finales de los 80s, tales como William's Wonder o Friesland Indica, son avistadas hoy muy raramente, excepto de vez en cuando en algún híbrido. Existen varias razones para este desafortunado escenario, todas las cuales se amplifican por el vigente estatus ilegal del cannabis. Muchos de los veteranos que fueron lo bastante afortunados de poseer el germoplasma de las antiguas variedades se han distanciado de la comunidad cannábica, o han visto demasiados robos y redadas en su época como para hablar de cultivar o compartir genéticas con otros cultivadores.
La mayor influencia en la desaparición de variedades sativas como Hawaiian Elephant es su falta de rentabilidad comercial. Alcanzando alturas sorprendentes y rindiendo cogollos esponjosos de poco peso, las sativas no se prestan ni a una sala de cultivo interior ni a un jardín en exterior, a pesar de sus muchas cualidades positivas. A resultas de necesidades económicas, estas sativas han sido intensivamente cruzadas con índicas através los años, perdiendo en el camino muchas de sus características originales cómo el sabor y un efecto de primera calidad.
Durante los últimos años con actitudes más permisivas hacia la venta de semillas de marihuana, muchos de esos tesoros han vuelto a estar disponibles de nuevo. El trabajo duro y la perseverancia de los pocos y valientes pioneros que han mantenido sus viejas variedades durante la guerra contra ellos, es como para merecer nuestros elogios.
Advertencia:
Los cultivadores como DJ Short con sus Blueberry y Flo, y los muchos otros anónimos responsables de variedades como la Hawaiian Sativa o la Mighty Mite, han demostrado lo que se puede conseguir a pesar de la opresión que soporta nuestra cultura. Sin embargo la marihuana sigue siendo ilegal, y variedades como la Blueberry podrían fácilmente seguir el camino de la extinción, como las Super Sativas de los 70s, a menos que se tomen medidas para preservar estas genéticas. Hasta que el estatus legal de nuestra planta favorita cambie, la responsabilidad recaerá sobre los hombros del cultivador clandestino.
Protegiendo nuestro futuro
La razón principal para la actual ?índica-cización? de las variedades populares de hoy en día es bastante simple: las implicaciones legales, tanto para cultivadores personales como para los comerciales, dictan que se debe maximizar la producción de cogollos en la mínima cantidad de espacio. Una vez la marihuana consiga finalmente su legalización completa, muchos cultivadores probablemente reconsiderarán su elección de variedades, tanto para llenar nichos de mercado como por su gusto personal.
Debemos planear de forma que, cuando llegue la legalización, las pocas variedades que hayan sido criadas con la calidad como primer objetivo sigan con nosotros. Para los cultivadores de exterior, las líneas que hayan sido aclimatadas a lo largo de los años en su área local son indispensables. Muchos de estos cultivadores han estado décadas refinando una variedad para que se adapte a su climatología particular, sin embargo todo ese trabajo se puede perder instantáneamente como resultado de una incursión policial o, simplemente, por no tener a nadie que la perpetúe.
Las genéticas del cannabis pueden ser mantenidas durante muchos años conservando un esqueje vivo, sin embargo esto no aporta mucho a la preservación de la diversidad genética de una variedad. Idealmente, las líneas de semilla se deberían preservar tanto mediante almacenaje a largo plazo como siendo germinadas, cultivadas y reproducidas cada año.
Depresión por endogamia
En la literatura cannábica están diseminados muchos mitos y desinformación sobre la depresión por endogamia en poblaciones de cannabis. Como resultado de ello, muchas de las genéticas comercializadas hoy, son meramente una colección de cruce tras cruce de diferentes variedades, casi sin esfuerzos dirigidos hacia la estabilización de rasgos únicos. La prueba de que la marihuana se puede cruzar de forma exitosa consigo misma yace en ejemplos de líneas estabilizadas como la Skunk#1 y la Northern Lights, que no han mostrado señales de depresión por endogamia tras décadas de cruces incestuosos.
Comprender como ha evolucionado la marihuana ayuda a explicar esto. En los países donde tuvo sus orígenes la marihuana, esta ha coevolucionado con los humanos, siendo mantenida con frecuencia en pequeños jardines familiares, entre otras cosechas alimenticias o medicinales. Buena parte del actual acervo genético de la marihuana se originó en Afganistán, donde se cultivaba el cannabis en pequeñas parcelas familiares durante generaciones, hasta la llegada del cultivo intensivo en los 70s y 80s. Los fenotipos de la planta variaban ligeramente de un valle al siguiente, y el polen transportado por el viento mantenía el vigor de la población y evitaba la depresión por endogamia. Podemos reproducir fácilmente este escenario nosotros mismos, manteniendo varias líneas separadas de la misma variedad, y cruzándolas entre ellas cada pocos años.
Por ejemplo, cuando cultivas un paquete de diez semillas homocigóticas para un rasgo determinado, que transmitirán de forma segura a su descendencia, eliges la mejor hembra y la polinizas con dos o más machos diferentes (marcando que rama ha sido polinizada por cada macho). Las semillas de cada cruce deben ser conservadas por separado, y las generaciones futuras se deben reproducir aisladas unas de las otras,. Cada tercera o cuarta generación, se debe reunir estas líneas y segregar nuevas líneas de entre las semillas resultantes. Algunas de las semillas de cada generación se deben almacenar a largo plazo, para poder retomar el trabajo en caso de polinización cruzada o de pérdida de la cosecha en el futuro.
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